3.4. El Sujeto

Dijimos en el punto anterior que desde un punto de vista semántico podemos definir el sujeto como una entidad (persona, animal, cosa, concepto, idea, etc.) de la que decimos algo. El sujeto se manifiesta mediante un Sintagma Nominal, y presenta las siguientes características:

a) El sujeto concuerda en número con el verbo, de tal manera que si cambiamos el número del núcleo del sujeto también varía el número del verbo. Veamos la siguiente oración:

La mesa tiene una abolladura

Si variamos el número del sintagma “una abolladura” veremos que el verbo no cambia (La mesa tiene dos abolladuras). Por el contrario, si cambiamos el número del sintagma “la mesa” observaremos que cambia también la desinencia del verbo: Las mesas tienen una abolladura. En consecuencia, “La mesa” será el sujeto, mientras que "una abolladura" no puede serlo. Como dijimos en el apartado 3.2., hay casos especiales de concordancia que puedes consultar en el punto 4 del lema "concordancia" del Diccionario Panhispánico de Dudas

b) En el caso de que un sujeto sea un pronombre personal, concordará también en persona. Los pronombres personales que funcionan como sujeto son los del caso recto o nominativo, es decir, yo, tú, él/ella/ello/usted, nosotros/as, vosotros/as/ustedes, ellos/as. P. ej.  vives en Cáceres / Nosotros vivimos en Cáceres. El resto de pronombres personales (me / mi/ conmigo - te/ ti/ contigo - se/ sí/ consigo - lo/ la/ los/ las/ le/ les ) no pueden funcionar como sujetos. Por lo tanto, en Nos gusta el chocolate, "Nos" nunca puede ser sujeto.

c) El sujeto nunca va precedido de preposición. Un sintagma preposicional nunca puede ser sujeto. P. ej. “A nosotros” nunca es sujeto; “Nosotros” sí puede ser sujeto porque no va precedido de preposición. Por lo tanto, en A nosotros nos gusta el chocolate, "A nosotros" nunca puede ser sujeto. 

d) En determinados contextos, se puede omitir el sujeto. En nuestra lengua se puede omitir el sujeto cuando esté sobreentendido o no queramos citarlo. Al concordar el núcleo del sujeto con el núcleo del predicado, el sujeto está presente en las desinencias de número y persona del verbo. Hay autores que, atendiendo a esto, distinguen dos tipos de sujetos:

1. El sujeto léxico. Es la palabra o conjunto de palabras que desempeñan la función de sujeto. Por ejemplo, "mis amigos" es el sujeto léxico de la oración Mis amigos viven en Alicante.

2. El sujeto gramatical. El sujeto se manifiesta en los morfemas de número y persona del verbo debido a la concordancia entre el núcleo del sujeto y el núcleo del predicado. En el ejemplo anterior, la desinencia verbal ("-en") nos informa de que estamos ante un sujeto de 3ª persona del plural y sería el sujeto gramatical.

El sujeto se puede omitir si es conocido por el contexto. P,. ej. Mis amigos viven en Alicante. Antes Ø vivían en Villamesías, (donde Ø significa sujeto omitido o elidido). 

d) En español existe un tipo especial de oración llamada impersonal, es decir, oraciones que no tienen sujeto. P. ej. “Llueve mucho”. Las estudiamos en el apartado correspondiente.