3.3. Argumentos y adjuntos

Resumen 
Los complementos argumentales o argumentos son complementos necesarios para construir una oración. P. ej. Un verbo como "regalar" requiere la presencia de tres argumentos: la persona que regala, el objeto que se regala y la persona a la que va dirigido el regalo, como sucede en Laura le regaló una radio a su madre. Seguiría el esquema Alguien regala algo a alguien. Si eliminamos uno de esos elementos, la oración resultaría extraña o sería agramatical, salvo que ese complemento estuviese implícito o sobreentendido. P. ej. *Le regaló a su madre.

Los complementos adjuntos o circunstantes no son requeridos para construir una oración. Aportan una información meramente explicativa o marginal. Retomando el ejemplo anterior, podríamos decir Le regaló un anillo a su madre por su cumpleaños. El segmento subrayado aporta una información causal, pero si se elide, la oración sigue siendo correcta y no cambia de sentido, aunque se pierda información. 

1. Caracterización de argumentos y adjuntos
Una palabra, por su significado, puede requerir la presencia de ciertos complementos para poder completar su significado. P. ej., el verbo "dar", cuando significa "entregar", necesita la presencia de un agente ("la persona que da"), un tema ("lo que se da") y un destinatario o beneficiario ("la persona o cosa a quien se da algo"). Esta estructura respondería al esquema  Alguien da algo a alguien. P. ej. Yolanda le dio el dinero a su padre. Por lo tanto, el verbo necesita tres argumentos. En cambio, con el significado de "producir" solo necesita dos argumentos:  un agente y un tema. P. ej.: La tierra da higos y brevas.

Se denomina complementos argumentales o argumentos a los complementos requeridos por el significado de una palabra. Al conjunto de argumentos que requiere una palabra se le denomina estructura argumental.

En la oración, será el verbo será quien imponga los argumentos. Un verbo como "ver" requiere la presencia de un agente (quien ve) y de un tema (lo que se ve) en una estructura que respondería a la fórmula Alguien ve algo. Esto implica que el sujeto es también un argumento exigido por el verbo, si bien realiza su modificación exterior, desde fuera del SV.

Además de estos complementos necesarios, el verbo y la oración pueden ser modificados por otros complementos no argumentales que tendrán una función marginal o meramente explicativa. Estos complementos no requeridos por el verbo se denominan adjuntos o circunstantes. P. ej. Yolanda le dio el dinero a su padre en el restaurante ayer por la mañana. Los dos segmentos subrayados añaden información a la estructura argumental, pero no son necesarios para su formación. 

Argumentos y adjuntos no verbales
Los argumentos no son exclusivos del verbo. Otras clases de palabras como los sustantivos o los adjetivos pueden poseer también su propia estructura argumental como núcleos de sus respectivos sintagmas. Así, sustantivos como "dependencia" o "dimisión" necesitan la presencia de un complemento. P. ej. Tenia dependencia del alcohol o El Presidente anunció la dimisión del ministro. De manera similar, un adjetivo como "oriundo" también requiere la presencia de un argumento: Yolanda es oriunda de Escurial. Se pueden omitir en caso de estar implícitos o sobreentendidos. El Presidente anunció la dimisión. 

Asimismo, estas clases de palabras pueden llevar también complementos adjuntos. P. ej. Anunció la repentina dimisión del ministro.


2. Problemas
Los argumentos y adjuntos son conceptos semánticos, es decir, de significado. En el significado de una palabra se incluyen sus posibilidades combinatorias y los complementos que exige. Por lo tanto, será el contenido léxico de la palabra el que determine qué argumentos necesita. Sin embargo, tiene repercusiones morfosintácticas. Lógicamente, si un verbo necesita un agente, este se plasmará mediante un sintagma que cumpla una determinada función sintáctica, normalmente sujeto. Sin embargo, no existe una relación biunívoca entre los argumentos requeridos por el verbo y las funciones sintácticas que desempeñan. P. ej. "Yolanda" es sujeto y agente en Yolanda le dio el dinero a su padre, pero en una oración como El padre recibió dinero de su hija, "Su padre" es sujeto pero no agente, sino paciente. Por lo tanto, no existe siempre una simetría entre los papeles semánticos (agente, tema, paciente, etc.) y las funciones sintácticas (CD, CI, CC, etc.).

Relacionado con lo anterior, en muchos estudios gramaticales se considera que determinadas funciones sintácticas como el CD o el CReg son argumentales, mientras que el CC es un adjunto. Sin embargo, hay verbos transitivos que pueden elidir un CD o un CReg y, en cambio, pueden requerir un locativo (es decir, un complemento de lugar) o un temporal (de tiempo) tradicionalmente relacionados con el CC. Veamos los siguientes ejemplos.

1. Juan ha comido en el restaurante

2. Yolanda metió las maletas en el maletero.

En el primer caso, el núcleo del predicado es el verbo "comer", que en principio requeriría la presencia de un CD. Sin embargo, puede usarse también con valor absoluto, es decir, obviando el complemento que delimita su significación (CD). En opinión de muchos gramáticos, en estos casos tenemos un CD implícito o sobreentendido. Sin embargo, no parece que sea necesario recurrir a la elisión del CD para explicar estas estructura, ya que en el significado de comer ya se incluye su objeto ("comida"), de la misma manera que en el significado del verbo "llorar" se incluye su objeto ("las lágrimas") sin necesidad de hablar de un CD implícito. Por lo tanto, cuando empleemos el verbo "comer" sin necesidad de especificar qué se come, el CD no será necesario.  De manera similar, podemos emplear un CD con verbos en principio intransitivos, como sucede con Lloró lágrimas de sangre por la muerte del torero.

En el segundo ejemplo, el verbo "meter" requiere la presencia de tres argumentos: el agente ("Yolanda"), el tema ("las maletas") y el locativo ("en el maletero") ya que responde al esquema "Alguien mete algo en algún sitio". Tradicionalmente, esta función locativa se ha interpretado como CCL. Pero a su vez, los CC se clasifican entre los adjuntos, por lo que se produce un desajuste en la interpretación. Por esa razón, algunos han considerado que estos segmentos no son Complementos Circunstanciales, y teniendo en cuenta su valor argumental y adverbial los han denominado Complementos Adverbiales o Pseudocircunstanciales.

En todo caso, resulta peligroso relacionar los conceptos de argumento y adjunto con las distintas funciones sintáctica. Será cada predicado particular el que nos informe de los argumentos que requiere un verbo u otra palabra y las funciones sintácticas en que se traducen esos argumentos.